LIBERTAD DE EXPRESION,DIVINO TESORO

ADEPA denuncia que la ley "restringe la libertad de prensa" y afecta la "seguridad jurídica"
Aprobaron la ley de medios, con la ausencia de la oposición
El Gobierno promete "un debate serio" en el Senado
Santa Fe: denuncian que el socialismo pactó en secreto con el oficialismo
Cristina planeó un viaje para que Cobos no vote en contra de la Ley de Medios

Estos son los títulos que tristemente encontramos hoy los argentinos en los principales medios informativos...y digo tristemente porque solo podemos vislumbrar una pelea política mediática que en el fondo sólo nos hace pensar ¿ qué habrá detrás de una ley aprobada a tontas y zonzas - por ahora- en la Cámara de Diputados.?

La ley es pesada. Si la llevamos al papel, supera el par de kilos. Son ciento cincuenta y siete artículos distribuidos en doce capítulos. Es una ley densa.

Salvo que uno sea un especialista en la materia o que se haya venido informando de manera sostenida, varios de sus artículos demandan más de una lectura atenta y seguramente alguna que otra consulta para ser comprendidos. En síntesis: hay que leer lo que se va a votar.
Parece que caemos en una obviedad, pero crease o no, hay elementos ciertos para suponer que varios de los legisladores que con más ardor se manifiestan dispuestos a acompañar con devota militancia el mandato feroz del Ejecutivo no se han tomado el tedioso trabajo de leer la ley de manera completa.

Es probable que el trámite los aburra y fastidie. Es muy posible que nos les interese o que estén acostumbrados a subordinarse. Pero, la ley hay que leerla si es que se pretende pasar por la existencia parlamentaria superando la mera condición de número en la que muchos parecen sentirse tan dulcemente cobijados.

Avocados como están al vértigo de tener que votar bajo los apremios del ejecutivo es poco probable que se hayan enterado de algunas cosas o que comprendan otras.

Si bien la controversia principal tiene que ver con el ingreso de las compañías prestadoras de servicios de telefonía y la autoridad de aplicación, hay otra enorme cantidad de cuestiones de las que se ocupa la ley per no necesariamente se enteran los legisladores a la hora de poner el voto.

La ley que regulará los medios audiovisuales y que viene a remplazar la ley de radiodifusión es una ley absolutamente madre, porque es la ley llamada a garantizar la libertad de expresión y con ella, el alma del sistema democrático de gobierno.

Es curioso, pero en la ley, que transforma de manera inmediata y rotunda el sistema de medios de comunicación, no hay mención alguna al rol de los periodistas. ¿Se preguntó alguno de los legisladores porqué?

Tampoco se establece en esta ley con qué criterios se asignará la pauta publicitaria estatal. Un punto absolutamente clave si consideramos que conforme al nuevo esquema harán falta muchos recursos para sostener el avance de los medios públicos y de los que estén en manos de organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro.

Es poco probable que alguno de los diputados y/o senadores que se aprestan al levantamanos no logren explicar qué sentido tiene la creación de un registro de productoras de contenidos cuando de lo que se trata es de resguardar la sacrosanta libertad de expresión.

FOPEA , el Foro del Periodismo Argentino, luego de analizar el proyecto desde la perspectiva del ejercicio del periodismo profesional, pide extender los tiempos del debate hasta encontrar una ley definitiva que sea socialmente confiable y base del sustento indispensable para su acatamiento pacífico.

A esta altura, puede sonar romántico pretender que la autoridad de aplicación sea un organismo técnico independiente y autárquico del Estado y autónomo de los partidos políticos, que se encuentre sometido a las garantías del debido proceso y al control judicial, y cuyo directorio sea designado por concurso con evaluación pública de antecedentes y una posterior aprobación legislativa. Tan descabellado suena, como alentar la realización de audiencia públicas en el proceso de adjudicación y renovación de las licencias.

Cuando la Presidenta decidió plantear el adelantamiento de las elecciones dijo que se necesitaban acortar los tiempos de la campaña electoral para despejar el calendario 2009 de las tensiones, para afrontar entre todos el difícil tiempo de una crisis inminente.

Lejos de ese pretendido tiempo de concentración y sosiego hoy estamos sumergidos en un clima bélico político.

Por qué tanto apremio, por qué no relajar los tiempos y respetar el sacrosanto derecho de expresión que supone abrir sin prejuicios un debate sobre un tema tan central.

¿Por qué razón hay que aprobar en un mes, lo que no se quiso debatir en seis años? ¿Porqué se pretende ahora arrasar con todo, si fue el gobierno de Nestor Kirchner el que extendió por diez años de las licencias en curso?
¿Porqué las señales de cable pasan a un estado de regulación cuando por décadas fueron un lugar de absoluta libertad de expresión, un semillero de ideas y talentos, un refugio de los arrastrados al recurrente exilio interior con el que este país intolerante condena a los que no piensan como el poder de turno?

Por qué no esperar un poco más, por qué no tomarnos un tiempo para permitir el debate.
Cuando por el 83 en la Argentina se recuperaba la tan ansiada Democracia despues de años de dictadura,PIERO escribia en su cancion..." HASTA CUANDO, LOS DE ABAJO VAMOS A ESPERAR ,LO QUE LOS DE ARRIBA VAN A OLVIDAR..."